El rap de la convivencia

Cualquier proyecto eficaz de sensibilización juvenil pasa hoy por el uso del lenguaje y las expresiones culturales propias de esa edad Lo sabe la organización no gubernamental Fundación Desarrollo Sostenido (Fundeso), que desde 2000-2001 desarrolla en institutos y asociaciones juveniles un programa de educación para la convivencia bautizado como Interculturanet, que cubre ya siete comunidades autónomas (Andalucía, Baleares, Canarias, Cataluña, Castilla-La Mancha, Madrid y Murcia) y tres países iberoamericanos: Bolivia, Colombia y República Dominicana.

Hay que inspirarse para componer, necesitamos que las musas estén con nosotros», cuenta a un alumnado al que le cuesta calentar sus motores raperos. Incluso después de que la monitora haya dado ejemplo «rapeando un cachito» con una canción escrita «desde el cuarto cielo, made in Lavapiés» -el barrio madrileño donde vive-- y con ganas de llegar «directa a ese corazón» de su auditorio adolescente. El más receptivo es un chaval con cuerpo y alma de 'hip hop', un auténtico experto juvenil en esa cultura que demuestra conocer al dedillo y que, tras admitir que «escribo para expresarme», acabará saliendo a escena para ganarse una ovación con su exhibición bailona.

El último capítulo de reflexión será el rapero Porta y el «tema terrible, supermachista» que lo hizo famoso en Internet y propició su fichaje por una multinacional del disco. De lo que se trata, remacha la monitora, es de que «cuando escuchéis algo, tengáis criterio y no deis dinero ni fama a esa gente». Es una pena, añade, que lo que más se conozca sea una canción «que generaliza, demuestra poco respeto a las mujeres y anima a una lucha entre sexos». Acabar con esa actitud y sustituirla por otra donde prime la convivencia es justo el objetivo de Fundeso con su proyecto.